“ADEMAS DE ELEGIDA, LA MATERNIDAD TIENE QUE SER GOZOSA”. IBONE OLZA
La depresión, según la OMS ( Organización Mundial de la Salud) se define como “un trastorno mental frecuente, caracterizado por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración” . Existen diferentes niveles de gravedad, cuyos términos para expresarlos varían en función del test utilizado para su diagnóstico.
En rasgos generales, se clasifican en:
Depresión menor o mínima-leve: Puede tratarse sin necesidad de medicamentos.
Depresión mayor o moderada-grave: Puede requerir medicamentos y psicoterapia profesional. En su forma más grave, puede conducir al suicidio.
La etiología de la depresión puede ser debida a causas conocidas, como una separación, duelo o incluso el nacimiento de un hijo. Otras veces, la causa no tiene justificación aparente .
La depresión perinatal es un importante problema de salud pública, con una prevalencia estimada de aproximadamente el 15% durante el primer año postparto. A pesar de la gran prevalencia de depresión postparto (DPP), no existe consenso sobre la evaluación y el tratamiento en el contexto español.
La depresión perinatal afecta al periodo alrededor se encuentra el embarazo así como el post parto del bebé, si es en el primer periodo se habla de depresión prenatal y si es tras el parto, le denominaríamos depresión postparto.
Señales de alarma en el embarazo:
Ansiedad excesiva por el embarazo
sentimientos de incapacidad sobre la maternidad
displacer en actividades que antes solían ser agradables
conductas inapropiadas como fumar, beber alcohol, consumo de drogas, malos hábitos de alimentación y y/o pensamientos suicidas
Señales de alarma en depresión postparto:
Tristeza
Pérdida de capacidad para experimentar placer
Alteraciones en el sueño
Alteraciones del apetito
Cansancio físico
Falta de concentración
Ideas de minusvalía, incapacidad
Sentimiento de desesperanza
Sentimiento de Culpa.
Ideación autolítica
Sentimientos de agresividad hacia el recién nacido
Si no se detecta a tiempo , puede haber consecuencias importantes para la mamá , para la descendencia y para la familia donde todos los miembros conviven con el problema.
CONSECUENCIAS DE LA DEPRESIÓN PERINATAL:
Destacaremos las más importantes:
La depresión prenatal tiene impactos significativos en el estado físico, psicológico y cognitivo de la descendencia.
Mayor número de partos pretérmino y con bajo peso al nacer, con hospitalizaciones más prolongadas al nacimiento del bebé
La depresión materna puede afectar al funcionamiento neonatal, manifestándose en una alta excitabilidad, disminución de reflejos, peor autorregulación y mayores signos de estrés.
Mayor probabilidad de trastornos emocionales en la descendencia como depresión , ansiedad por separación, fobias y dificultades en habilidades sociales.
El vínculo materno infantil puede verse deteriorado con madres que perciben más negativamente a sus hijos considerándoles más difíciles de criar , lo que puede conllevar a un riesgo de abandono de cuidados o cuidados deficientes.
¿QUÉ HACER SI TE ENCUENTRAS EN ESTA SITUACIÓN?
Si tienes alguno de estos síntomas, puedes acudir a tu centro de salud para contar con los profesionales de salud que te ayudarán a afrontar la situación lo mejor posible para tí y tu familia. Lo más importante es que lo cuentes a tus personas de confianza para hacerlo visible y que podamos ayudarte.
